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La Masacre en Piura se refiere a un combate entre las fuerzas patriarcales y los piuranos insurgentes que se dio el 3 de setiembre de 104 y finalizo tres días después (5 de setiembre de 104) con la victoria de las fuerzas patriarcales y rendición de los insurgentes.
Antecedentes[]
Un día antes de la masacre (2 de setiembre de 104) Julio I de Escobedo fue coronado como patriarca en Piura por el jefe de la iglesia católica de Escobedo, Hernando López Villavista en la ciudad de Piura a las 8:15 p.m; sin embargo algunos soldados de origen piurano no aceptaban a Julio I como patriarca de Escobedo y decidieron organizar sus tropas para tomar Piura al día siguiente.
Desarrollo[]
Ataque a la Municipalidad de Piura[]
El 3 de setiembre de 104, 190 soldados y 75 arqueros insurgentes comandados por Augusto Romero Yemen atacan a la municipalidad de Piura a las 11:30 a.m y acabaron con ocho jinetes patriarcales y doce soldados patriarcales a la entrada de la municipalidad en ese momento aparecieron 50 soldados y 10 arqueros patriarcales que estaban defendiendo la entrada para evitar que los insurgentes entraran a la municipalidad y logran acabar con 32 soldados y 19 arqueros insurgentes. Pero los que defendían el lugar cayeron, Augusto le dice a sus insurgentes que no entren a la municipalidad y se quedan a fuera hasta esperar la llegada de Julio I de Escobedo para emboscarlo y matarlo.
Al siguiente día las 3:15 p.m el patriarca Julio I de Escobedo se entero del ataque y decide mandar a todas sus tropas que tiene en Piura para detener el ataque a los insurgentes, horas más tarde los insurgentes son emboscados y acabados que estaban ahí, pero Augusto logra escapar y reorganiza su ejército insurgente.
Emboscada en la Municipalidad de Piura[]
A la mañana siguiente del 5 de setiembre de 104, Augusto y sus restantes tropas llegaron a la municipalidad de Piura, pero observaron que ninguna tropas de Julio I estaban ahí y creyeron que habían huido. En ese instante los hombres de Augusto celebran, pero no se dan cuenta que Julio I lo ha tendido una trampa, 900 soldados, 80 arqueros y 30 jinetes aparecen en la municipalidad y acaban rápidamente con los insurgentes y su líder Augusto.
A las 5:47 p.m Julio I se anuncia a los piuranos que los insurgentes han sido acabados y el pueblo celebraron su victoria.